miércoles, 11 de mayo de 2011

Coliseo Romano

El Coliseo de Roma (Colosseum en el latín original; Colosseo en el actual italiano) es un gran anfiteatro de la época del Imperio romano, construido en el siglo I en el centro de la ciudad de Roma. Originalmente era denominado Anfiteatro Flavio (Amphitheatrum Flavium), en honor a la Dinastía Flavia de emperadores que lo construyó, y pasó a ser llamado Colosseum por una gran estatua ubicada junto a él, el Coloso de Nerón, no conservada actualmente. Por sus características arquitectónicas, estado de conservación e historia, el Coliseo es uno de los monumentos más famosos de la antigüedad clásica. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1980 por la Unesco.

En la antigüedad poseía un aforo para 50.000 espectadores, con ochenta filas de gradas.[1] [2] [3] Los que estaban cerca de la arena eran el Emperador y los senadores, y a medida que se ascendía se situaban los estratos inferiores de la sociedad. En el Coliseo tenían lugar luchas de gladiadores y espectáculos públicos. Se construyó justo al Este del Foro Romano, y las obras empezaron entre el 70 d. C. y el 72 d. C., bajo mandato del emperador Vespasiano. El anfiteatro, que era el más grande jamás construido en el Imperio romano, se completó en el 80 d. C. por el emperador Tito, y fue modificado durante el reinado de Domiciano.[4] Su inauguración duró 100 días, participando de ella todo el pueblo romano y muriendo en su celebración decenas de gladiadores y fieras que dieron su vida por el placer y el espectáculo del pueblo.[4]

El Coliseo se usó durante casi 500 años, celebrándose los últimos juegos de la historia en el siglo VI, bastante más tarde de la tradicional fecha de la caída del Imperio romano de Occidente en el 476 d. C. Así como las peleas de gladiadores, muchos otros espectáculos públicos tenían lugar aquí, como naumaquias, caza de animales, ejecuciones, recreaciones de famosas batallas, y obras de teatro basadas en la mitología clásica. El edificio dejó de ser usado para estos propósitos en la Alta Edad Media. Más tarde, fue reutilizado como refugio, fábrica, sede de una orden religiosa, fortaleza y cantera. De sus ruinas se extrajo abundante material para la construcción de otros edificios, hasta que fue convertido en santuario cristiano, en honor a los prisioneros martirizados durante los primeros años del Cristianismo. Esta medida contribuyó a detener su expolio y a procurar su conservación.

Aunque la estructura está seriamente dañada debido a los terremotos y los picapedreros, el Coliseo siempre ha sido visto como un icono de la Roma Imperial y es uno de los ejemplos mejor conservados de la arquitectura romana. Es una de las atracciones turísticas más populares de la moderna Roma y aún está muy ligado a la Iglesia Católica Romana, por lo que el Papa encabeza el viacrucis hasta el anfiteatro cada Viernes Santo.[5] [6]


Fuente de las Cibeles


La fuente de Cibeles (más conocida por el pueblo madrileño sencillamente como La Cibeles) se encuentra en la ciudad española de Madrid, en la plaza del mismo nombre. Se instaló en 1782 en el Salón del Prado, junto al Palacio de Buenavista, de cara a la fuente de Neptuno (actualmente en el centro de la plaza de Cánovas del Castillo, en el Paseo del Prado junto al Palacio de Villahermosa, actual Museo Thyssen-Bornemisza, y al Hotel Palace). Incluye a la diosa Cibeles, símbolo de la Tierra, la agricultura y la fecundidad, sobre un carro tirado por leones. La actual plaza se llamó al principio Plaza de Madrid y en el año 1900 tomó el nombre plaza de Castelar. En la actualidad está delimitada por los grandes edificios del Palacio de Buenavista (Cuartel General del Ejército), Palacio de Linares (Casa de América), Palacio de Comunicaciones (antes sede de Correos y actualmente de la Alcaldía de Madrid) y Banco de España. Lo curioso es que cada uno de estos monumentos pertenece a un barrio distinto de Madrid.

Los encargados de su realización fueron Francisco Gutiérrez (figura de la diosa y el carro), Roberto Michel (los leones) y el adornista Miguel Ximénez, de acuerdo con el diseño de Ventura Rodríguez. La diosa y los leones fueron esculpidos en mármol cárdeno del pueblo de Montesclaros (Toledo), y el resto en piedra de Redueña, localidad enclavada a 53 km al norte de Madrid, cerca de la sierra de La Cabrera[cita requerida].

El estar enclavada en un lugar tan céntrico, su ajetreada historia, e incluso tradiciones recientes como lugar de celebraciones deportivas han contribuido a que sea uno de los más conocidos símbolos de Madrid. En caso de que las alarmas de la Cámara del Oro del Banco de España salten por intento de robo, todas las habitaciones de dicha cámara se inundarían con el agua de La Cibeles, gracias a la canalización de las aguas desde la fuente hasta la citada estancia.


La primitiva Puerta De Alcalá
Con anterioridad a la actual ya existió otra Puerta de Alcalá. Estaba construida en ladrillo y se ubicaba algo más al oeste, a la altura de la actual calle de Alfonso XI. Fue construida en 1598 con motivo de la llegada de Margarita de Austria desde la ciudad de Valencia, esposa del rey Felipe III, a la ciudad.[1] Después La puerta tenía un arco central y dos laterales más pequeños. Sobre el central había otra pequeña arcada, en la que se ubicaba una estatua en piedra de Nuestra Señora de las Mercedes. Sobre los arcos laterales había sendas estatuas de San Pedro Nolasco y de la beata Mariana de Jesús. Fue derribada en 1770 al ampliarse la calle de Alcalá con terrenos tomados a lo que actualmente es el Parque del Retiro, entonces pertenecientes al palacio del Buen Retiro.
Esta puerta, que servía de acceso a la ciudad por el camino real de Aragón y Cataluña, era una de las cinco principales con las que contaba la tapia que rodeaba la villa, junto con las de Toledo, Segovia, Bilbao y Atocha.

  La Puerta actual
Tras su entrada en Madrid, el 9 de diciembre de 1769, a través de la antigua Puerta, que no era de su agrado, Carlos III decidió derribarla y construir una nueva, proyecto que se inscribía dentro de sus planes de mejora de la ciudad. Se convirtió en la entrada principal de la villa y en uno de los monumentos más representativos de su reinado, eje de las reformas que llevó a cabo en toda la zona este de la ciudad: Jardín Botánico, Paseo del Prado, fuentes de Cibeles y Neptuno, entre otras.

Para la construcción de la nueva Puerta se presentaron distintos proyectos, entre ellos cinco de Ventura Rodríguez y uno de José de Hermosilla, aunque finalmente se eligió el de Sabatini, de estilo neoclásico y setenta pies de altura. El proyecto original ofrecía dos acabados distintos, uno con pilastras y otro con columnas adosadas. Finalmente se fundieron los dos en uno solo y por eso las fachadas son distintas.
Se inauguró en 1778, no como monumento, sino como auténtica puerta, ya que a ambos lados de ella seguía existiendo la cerca que delimitaba la ciudad por el este y que seguiría en pie hasta 1869, año en que se remodeló la plaza.


Arco del Triunfo


El lugar elegido por Napoleón para dicha construcción fue la antigua Place de l’Étoile, actualmente llamada plaza Charles de Gaulle que se encuentra sobre la avenida Champs – Élysées.
EL diseño fue inspirado en el estilo de arcos de triunfos de Roma y su estilo arquitectónico de la época. El arquitecto Jean Chalgrin diseño el proyecto en su totalidad. Cuenta con una altura de 49 metros y 45 metros de ancho.
Cuenta con la peculiaridad de tener cuatro estatuas, cada una de ellas ubicadas en los pilares del arco. Una que representa La Paz, otra que representa La Resistencia, otra El Triunfo y la última representa La Marsellesa.
Después de que la Primera Guerra Mundial llegara a su fin se colocó en la plaza, debajo del Arco de Triunfo un monumento a los soldados caídos en batalla el cual se denomina Tumba al Soldado Desconocido que posee una placa con una inscripción que dice “Aquí yace un soldado francés muerto por la Patria 1914–1918”.
El Arco de Triunfo de París se ha convertido en un símbolo de la ciudad recibiendo miles de turistas cada año y siendo una de las imágenes representativas del país.
Si bien la mayoría de los arcos de triunfo que existen se encuentran en Roma se puede decir que el construido por Napoleón en Paris es el mas importante y famoso del mundo.






Los Campos Eliseos

La Avenida de los Campos Elíseos es, sin duda, la más célebre de las calles de Paris. Con una extensión de casi dos kilómetros y setenta metros de ancho, nace en la Place de la Concorde y alcanza la Place de l'Etoile, donde se levanta el majestuoso Arco de Triunfo. Desde el Louvre y gracias a su trazado rectilíneo se pueden ver en sucesión el Arco del Carrousel, el Jardín de las Tullerías, el obelisco de la Concorde y toda la avenida desembocando en el Arco de Triunfo. Este trazado recto se continua más allá hasta alcanzar el Gran Arco de la Defense.

La parte este está bordeada de espacios verdes, como la plaza Marigny, e importantes edificios, como el Petit Palais y el Grand Palais, a la altura del puente Alejandro III. Ambos palacios, enfrentados y separados por la Avenida Churchill, fueron construidos para la Exposición Universal de 1900.

El Petit Palais, con una fachada de 150 metros y organizado alrededor de un jardín semicircular, es desde 1902 "Palacio de las Bellas Artes de la ciudad de París" y alberga colecciones permanentes y temporarias.
El Grand Palais, un vasto espacio dedicado a exposiciones artísticas y eventos culturales de importancia, tiene una enorme cúpula vidriada y ocupa una superficie de 13500 metros cuadrados. Alberga el Palais de la Decouverte, creado para la Exposición Universal de 1937, que pese a la creación de la
Ciudad de Ciencias de la Villette no ha perdido su función de museo de ciencias y tecnología.

En la parte más occidental de la avenida se encuentran salas de cine y espectáculos, como el famoso cabaret Lido, tiendas lujosas, el Teatro de Champs Elysees, restaurantes y hoteles de categoría y sedes de importantes compañías internacionales.

Prestigiosa y lujosa, la Avenida de los Campos Elíseos es, por lo tanto, muy cara, con precios que se encuentran entre los más altos del mundo. Pocos particulares residen en la zona y en los edificios se instalan generalmente oficinas. Para el mantenimiento y embellecimiento de la avenida, así como para conservar el prestigio de los Campos Elíseos, se creó un comité, que puede hasta decidir la instalación o no de cierta empresa o comercio. No obstante, la llegada del metro y el RER desde los suburbios y hasta todos los puntos de la ciudad y, por ende, a esta zona, que era frecuentada casi en exclusividad por una clientela selecta, hizo que la avenida se "popularizara" y aparecieran comercios más económicos y establecimientos de comidas rápidas.

Los Campos Elíseos son escenario de importantes eventos populares, tales como el desfile militar del 14 de julio, día de la Fiesta Nacional, así como lugar tradicional de llegada de la última etapa del Tour de France. La avenida se engalana en diciembre preparándose para los festejos navideños y se vuelve peatonal la noche del 31 de diciembre para recibir el nuevo año.
El Taj Mahal (hindi : ताज महल, urdu : تاج محل; pronunciado /tazh majál/ /tɑʒ mə'hɑl/) es un complejo de edificios construido entre 1631 y 1654 en la ciudad de Agra, estado de Uttar Pradesh, India, a orillas del Yamuna, por el emperador musulmán Shah Jahan de la dinastía mogol. El imponente conjunto se erigió en honor de su esposa favorita, Arjumand Bano Begum — más conocida como Mumtaz Mahal — quien murió dando a luz a su 14ª hija, y se estima que la construcción necesitó el esfuerzo de unos 20.000 obreros.
El Taj Mahal es considerado el más bello ejemplo de arquitectura mogola, estilo que combina elementos de las arquitecturas islámica,[1] persa,[2] india e incluso turca.[3] El monumento ha logrado especial notoriedad por el carácter romántico de su inspiración. Aunque el mausoleo cubierto por la cúpula de mármol blanco es la parte más conocida, el Taj Mahal es un conjunto de edificios integrados.
Actualmente es un importante destino turístico de la India. En 1983, fue reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. El Taj Mahal fue nombrado una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno.

La Torre Eiffel

Historia de la Torre Eiffel

Todo comenzó con la organización de la conmemoración del centenario de la Revolución Francesa. Entre los muchos proyectos presentados, figuraba uno cuyos primeros estudios databan de 1884 y estaban avalados por el célebre ingeniero Gustav Eiffel, y el proyecto consistía en la construcción de una inmensa estructura metálica en forma de torre que sería vista desde una enorme distancia. El proyecto, lejos de enamorar a los parisinos, tuvo un enorme rechazo social, pese al cual finalmente la Torre de Eiffel sería levantada e inaugurada el 31 de agosto de 1889, tras tres años de obras y polémicas.

Todo pudo acabar en 1900

Pese a lo impresionante de la obra, lo cierto es que la Torre Eiffel no acababa de gustar, y los parisinos la veían como un inmenso armatoste de hierros, así que se fijó la fecha de 1900 como tope para ser desarmada, tras la conclusión de la Exposición Universal que debía albergar Paris en ese año.

Llegó el año 1900 y todo parecía indicar que la Torre Eiffel sería demolida pese a los intentos infructuosos de los que la admiraban por encontrarle un uso práctico para justificar su conservación frente a sus detractores, y finalmente, sería la armada francesa quien acabaría por salvar la vida de la Torre Eiffel, ya que tras unas pruebas del ejército con equipos de transmisiones se llegó a la conclusión de que la Torre Eiffel era un lugar privilegiado para la instalación de antenas y equipos de radio, con lo cual la Torre Eiffel ya tenía un uso práctico que provocaría su amnistía y pararía los proyectos de "ejecución".